lunes, 20 de julio de 2015

Breve historia del dibujo

El ser humano siempre ha tenido la necesidad de representar todo lo que le rodea, encontrando en el dibujo el medio más ameno para realizar este deseo. Los primeros dibujos se remontan al Paleolítico Superior, hace 35.000 años, cuando el Homo Sapiens representaba sobre las superficies rocosas de las cuevas o sobre la piel de los abrigos, animales que cazaba. Un ejemplo de esta manifestación artística lo encontramos en las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira, en Cantabria (España).



Más tarde, los egipcios supieron valerse de este arte para decorar las construcciones más imponentes de la historia: las pirámides. Habían pasado miles de años y el dibujo había evolucionado substancialmente. Se había pasado de la composición monotonal y estática de la prehistoria al equilibrio, minuciosidad y colorido de las representaciones teológicas en templos y santuarios. 

Habría que avanzar hasta el S.VI a.C. para encontrar en los griegos a los máximos representantes del equilibrio en el dibujo. Preocupados por centrarse en la expresión cándida humana, la despojan de todo abalorio o connotación sobrenatural y obtienen las proporciones consideradas armónicas hasta el momento. He aquí la unidad y avenencia entre la realidad y la figura.

Los romanos, 500 años después, aportaron la diversidad que faltaba. Mantener otro imperio sobre un territorio tan extenso precisaba de un ejercito y una disciplina ejemplar para subyugar a tantas culturas diversas sobre el mismo mando. Eso provocó, en cierta medida, el abandono de lo artístico y ornamental para acercarse a una doctrina más práctica y útil para esa época; hacían falta sólidas edificaciones con las que mantener la autoridad sobre los continuos ataques de los invasores. Obtuvieron en el dibujo el medio para reflejar lo que serían las próximas construcciones. Surgieron los primeros planos y con ellos nació la arquitectura. El dibujo ya precisaba mayor técnica y conocimientos matemáticos con respecto a lo que se había realizado hasta el momento.



De la Edad Media, S.VIII - S.XV, es donde se conservan un numero mayor de obras integras. Durante esta etapa predominan las representaciones vivaces. Vuelve a imponerse la espectacularidad y los aderezos, sin dar oportunidad a actuar al color; simplemente es el trazo el encargado de marcar el detalle. La invasión árabe introduce un revolucionario soporte para el dibujo y la pintura: el papel. Invención china que facilitará que la ilustración deje se ser una actividad exclusiva de monjes sobre pergaminos de cañas y piel, para convertirse en algo más alcanzable para la población. Es a partir de ese momento cuando se puede manifestar el fulgor del color. Cabe destacar, también, la introducción al uso de la pluma metálica o la tinta como la conocemos actualmente.

En Italia y avanzando a través de la etapa gótica, segunda mitad del S.XV, el Renacimiento se desarticula de lo religioso. Ahora lo importante es reconocer la belleza y saberla expresar. Basándose en la civilización artística grecorromana (renace lo antiguo), vuelve a imponerse lo natural y escueto. Los magnates dejan reflejar sus bustos en multitud de retratos. De la mera decoración arrinconada, el desnudo femenino empieza a adueñarse de los temas principales en las creaciones y se vuelve al estudio de la figura humana. El dibujo asciende a lo volumétrico gracias a las nuevas técnicas de coloreado. El juego de luces y sombras, junto con la perspectiva, acerca aún más la realidad al dibujo. Una manifestación de artistas demuestran este nuevo desarrollo: el Greco, Miguel Angel, Sandro Boticelli, Leonardo da Vinci.
Éste último destaca sobre los demás por su afán de investigación. Recoge bajo sus obras estudios de anatomía, invención de artilugios y una nueva manera de utilizar la iluminación en el dibujo. El “sfumato" disipa la línea cerrada del contorno del dibujo para aumentar de profundidad y con ello, lo que se persigue desde entonces: el acercamiento a lo natural. Por lo tanto el dibujo deja de ser algo espontáneo y subjetivo para convertirse en una verdadera disciplina.



El Barroco, que se estira hasta el S.XVII, utiliza hasta la exageración todos los recursos aportados durante el Renacimiento para expresar desde la calamidad de la pobreza hasta lo fastuoso de la riqueza. Se rompe le rectitud y la uniformidad en las representaciones pictóricas y se intenta al máximo conmover y atraer al espectador.

A partir del S.XIX se rompe la continua uniformidad que había seguido el dibujo y se bifurca en multitud de estilos: romanticismo, realismo, impresionismo, expresionismo, fauvismo, cubismo, futurismo, surrealismo... No obstante, todos ellos utilizan lo aportado hasta la fecha como herramienta para expresar nuevos enfoques de la sociedad que están viviendo.


lunes, 13 de julio de 2015

Valor tonal: una característica clave en la pintura

Una de las características más importantes de una buena pintura es el contraste entre las zonas de luces, sombras y medios tonos, pues se vuelve atractiva a la mirada humana capturando su atención.
Esta característica llamada "valor" o "valor tonal", es por lo general incluso más relevante que el matiz en sí del color (a menos de que se trate de una obra colorista bien ejecutada) y su gran importancia radica en los efectos que proporciona:
  • Crear la tridimensionalidad o volumen de las formas
  • Destacar el centro de interés en la obra
  • Crear la sensación de profundidad y distancias
  • Indicar de forma coherente la dirección de la luz y formación de sombras
  • Crear la ruta que debe seguir el ojo del observador
  • Crear una sensación en la obra (por ejemplo misterio, calma, alegría, tristeza, etc.)
Los bocetos y estudios del artista
Dada la importancia del valor tonal, muchos artistas hacen primero un estudio en blanco y negro del objeto de la obra, para determinar las sombras, luces y medios tonos, y ajustarlos según sus necesidades para crear mayor interés, para realzar la imagen, simplificarla o lograr un efecto determinado.
En un estudio de los valores no hay que preocuparse de colores ni detalles, sino prácticamente de las masas y el grado de oscuridad o luminosidad que tienen. Aunque parece un trabajo en exceso, le ahorra al artista profesional mucho tiempo de retoques y correcciones luego de que la obra está en marcha, y le ayuda a obtener mejores resultados. Este bosquejo no necesariamente tiene que ser con pintura, generalmente es con lápiz o carbonilla.

Una primera capa en blanco y negro: la grisalla
La grisalla se trata de pintar las primeras capas de la obra en escalas de grises, o también en otras escalas monocromáticas, como las hechas con colores tierra, o un tono verde llamado Verdaccio. Este paso ayuda a lograr efectos de profundidad y luminosidad en la obra así como a evaluar correctamente los valores tonales, lo que permite plantear “el mapa de la obra” en una capa inicial que servirá de base para adecuar los valores de los colores en las capas siguientes. 

Ejemplo de grisalla de la artista Rusa Olga Rybakova:


Si se pinta a partir de una foto, será muy útil hacer una copia o impresión de la imagen en blanco y negro para evaluar mejor los valores tonales al separar el aspecto del color.

Pintores tonalistas (valoristas) y pintores coloristas
A los pintores impresionistas, fauvistas, naif, etc, en donde el color juega un papel muy importante y determinante, como en el caso de Vincent Van Gogh, Cezanne, Monet, etc., se les llama “coloristas”, y tienden a realizar obras con un estilo más espontáneo, no se preocupan demasiado por el aspecto del valor, volúmenes o realismo, sino por un buen contraste, armonía, matices intensos y aprovechamiento del color.

"La Habitacion" de Vincent Van Gogh (1888-1889):



Por su parte, los “tonalistas o valoristas” son los que hacen énfasis en un buen contraste de luces y sombras para hacer resaltar su obra y darle personalidad. Las obras realistas tienden usualmente a hacer uso del valorismo. Aquí encontramos desde los pintores de la antigüedad como Jan Van Eyck, Robert Campin, Roger Van Der Weyden, Rembrandt, Vermeer, Rubens, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli, Raphael, etc., hasta muchísimos pintores de la actualidad.
Rembrandt fue uno de los artistas clásicos que más uso hizo del contraste entre luces y sombras, en la técnica llamada "Claroscuro", lo que le permitía lograr efectos más dramáticos en sus obras y resaltar puntos clave en ellas.

“Filósofo meditando” de Rembrandt (1632):



Igualmente hay artistas que con gran talento saben combinar ambas expresiones, pintando maravillosas obras con llamativos colores y riqueza tonal.
En el siguiente ejemplo, se puede ver que lo que define la obra no es en sí los colores, ni el tipo de pinceladas, que pueden distar incluso mucho de lo que se consideraría “realista”, pero que por lo claro u oscuro que se ponga el color, se van definiendo las sombras y luces que originan las formas y su volumen.

En esta obra de la Artista Peihang Huang, se observa a la derecha el cuadro original, y a la izquierda, en blanco y negro, demostrando que no es el color el que define las formas sino su valor tonal:


lunes, 6 de julio de 2015

Técnicas de dibujo y sombreado

Dibujar es trasladar una imagen, sea una que tenemos delante nuestro o una que está en nuestra imaginación, hacia un determinado soporte (papel, madera, tela, etc).
Uno de los secretos para poder dibujar correctamente un objeto es entenderlo. Tenemos que entender su forma. Si queremos dibujar una lata, es imprescindible que entendamos que la lata no es un objeto plano, sino cilíndrico. Un objeto más complejo, como una flor, está compuesta de muchas y variadas formas. Una flor no es plana, eso es evidente, y mientras más desarrollemos la capacidad de observar y entender la forma de la flor, podremos dibujarla de la mejor manera.
Escoge un objeto que tengas cerca, en este caso, una licuadora. Coloca el objeto cerca tuyo y, en una posición cómoda, empieza a dibujarlo en el aire. A continuación, empieza a dibujarlo en el papel, pero manteniendo la vista en el objeto. Recorre su borde con los ojos y siente su forma.
Tus ojos deben estar fijos en el objeto, pero tu mano debe dibujar en el papel. No mires lo que estás dibujando, simplemente siente su forma y dibújalo.

A continuación una foto de la licuadora y el dibujo:


Es de esperarse que las líneas no coincidan y el dibujo salga deforme y desproporcionado. Eso no nos importa ahora, sino aprender a entender la forma de un objeto. Empieza desde cualquier punto y desde allí traza una linea como si tocaras con la vista el objeto. Siente cada cambio de dirección, cada curva, cada fin de línea. Cuando alces el lápiz para dibujar otra parte del objeto no te preocupes en encontrar en el papel dónde tienes que seguir dibujando la siguiente parte. Simplemente dibuja sin mirar. No te preocupes del resultado.

No está de más volver a recalcar la importancia de la práctica. ¡Practica bastante! La práctica hace al maestro, dice la famosa frase, y tiene bastante de verdad. 


Esbozos
Una práctica común entre artistas de todo rango, desde un historietista hasta un gran maestro como Leonardo da Vinci es el esbozo o, en inglés, "sketch." Un esbozo es un dibujo hecho rápidamente con el fin de estudiar o captar la forma de un objeto. Da Vinci hacía cientos de esbozos en sus cuadernos donde figuran objetos diversos como animales, personas y máquinas. Un esbozo no es un dibujo acabado y muchas veces contiene errores y varios intentos de líneas superpuestas.

Esbozos de Leonardo da Vinci:



Una de las claves más importantes para aprender a dibujar es, bueno, dibujar. Puedes pasarte horas y horas leyendo libros, comprando instrumentos de dibujo, deseando ardientemente aprender a dibujar... pero nada reemplaza la experiencia que obtendrás tomando un lápiz, un papel y dibujando.

Aquí es donde entran los esbozos. Puedes empezar esbozando en base a algún dibujo que te guste, o una fotografía, o quizás un sujeto que tengas delante de tus ojos. Tienes que perder el miedo al "No me va a salir igual," "Esto es muy difícil." Eventualmente, empezarás a tener más confianza en tí mismo.


Lo genial de dibujar es que puedes practicar en casi cualquier parte y situación. Puedes dibujar en la comodidad de tu casa, en la calle mientras esperas a alguien, en un bar, una sala de espera, etc.

Técnica del esbozo:

1. Empieza con trazos ligeros. Pasando suavemente el lápiz sobre el papel empieza dibujando líneas y formas muy generales del sujeto.

2. Haz varios trazos de base y luego, más firmemente, haces un trazo más marcado. Intenta varias veces de manera ligera y una vez obtenido el resultado deseado, recién en ese momento haz el trazo definitivo usando los intentos como base.

3. ¿Te salió mal? Déjalo y vuelve a intentarlo o intenta otra cosa. Esbozar debe ser divertido, no debes perder la paciencia ni mucho menos dejar que la frustración te haga dejar el papel. Hay veces que uno no se siente inspirado, como que dibujas y no te sale nada bien. Distráete un momento y vuelve a intentarlo.

El Sombreado

Para sombrear es importante entender el funcionamiento de las luces y las sombras, saber pintar el tono o valor correcto.

La forma más simple de sombreado es hacer líneas seguidas juntas usando la punta del lápiz o inclinándolo para pintar con el costado de la mina. Es importante hacer todas las líneas en una misma dirección para que el resultado sea uniforme. La cantidad de sombra varía según la presión del lápiz y la cercanía entre las líneas.


Otra técnica es el "Cross Hatching," que es un tramado cruzado. Dibujas una serie de líneas diagonales y luego inclinas el papel y dibujas otra serie de líneas que las crucen. Se puede obtener una menor o mayor oscuridad según la separación que dejes entre las líneas.



Otra técnica es el "Circulismo," que consiste en dibujar una serie de círculos pequeños que se superponen entre sí. No es necesario que los círculos sean perfectos, solamente hacerlos lo suficientemente pequeños y juntos. La oscuridad de la sombra depende del tamaño de los círculos que dibujemos asi como de la presión que hagamos con el lápiz. El Circulismo es muy útil para dibujar la piel de las personas, ya que el acabado es irregular. Para este caso es bueno hacer los círculos suavemente.




Aquí un ejemplo usando la primera técnica de sombreado:



Aquí ejemplos de cross hatching:




Aquí ejemplos usando la técnica del circulismo:





Finalmente, estas tres técnicas mencionadas se pueden complementar con el Suavizado. Utilizando un trozo de papel normal, papel higiénico, alguna tela suave o un esfumino mezclamos el grafito que pintamos en nuestro dibujo. El resultado es un color uniforme, suave.

Ejemplos usando diversas técnicas y lápices, borradores, tissues (pañuelos de papel) y mucho trabajo duro:





Entender la luz

Todo lo que vemos es luz. Los brillos y sombras forman parte del comportamiento de la luz sobre un cuerpo.

La forma más simple de entender la luz es con el ejemplo de una esfera. La luz produce ciertos niveles de claroscuro que tienen nombres específicos:

  • A. Brillo
  • B. Medio Tono
  • C. Sombra Propia
  • D. Luz Reflejada
  • E. Sombra Proyectada

El Brillo (A) es aquella área que está más cerca de la luz y, por lo tanto, está más iluminada que las demás. Es donde la luz es más intensa pues cae directamente sobre la esfera.

Conforme la luz va cayendo sobre su redondez, vemos que va disminuyendo en intensidad pues ya no cae tan directamente. Poco a poco el Brillo va pasando al Medio Tono (B).

Ahora llegamos a la parte de la esfera donde la luz no llega, y por lo tanto se produce la Sombra Propia (C)

La esfera reposa sobre una mesa y dicha mesa refleja un poco de luz sobre la misma. Esa es la Luz Reflejada (D).

Finalmente, tenemos la Sombra Proyectada (E) que es la silueta de la esfera que se proyecta sobre la mesa.

Aquí tenemos la foto de un dado lanzado al aire:

Tenemos en toda la esquina el Brillo (A) donde la luz se refleja con intensidad. Luego de ello tenemos el Medio Tono (B) y la Sombra Propia (C). Nota bien que el dado está sobre una superficie blanca y esa superficie blanca refleja luz sobre el dado. Esa es nuestra Luz Reflejada (D) -- si observas bien, notarás que hay una diferencia de intensidad con la Sombra Propia.

Y finalmente tenemos la Sombra Proyectada (E), que en este caso es una sombra bastante difuminada pues el dado está flotando lejos de la superficie blanca.